Green Island

Green Island es mucho más que un perfume.
Es un recuerdo guardado en el alma, el eco dulce de un verano lejano, de esos que permanecen para siempre grabados en el corazón de un niño.

Para Lorenzo Pazzaglia, Ischia no era solo un destino: era el lugar donde el tiempo se detenía, donde cada instante vivido con su padre se convertía en eternidad.
Las risas entre los callejones soleados, las carreras descalzos por la orilla del mar, el océano que cantaba secretos solo para ellos… eran momentos sencillos, y sin embargo tan llenos de amor que se volvían sagrados.

Años después, es Marco, con su amor sincero por aquella isla encantada, quien reaviva esa chispa.
Juntos deciden hacer eterno ese lazo, ese fragmento de felicidad, encerrándolo en un perfume: una sinfonía olfativa llamada Green Island.

Basta cerrar los ojos… y uno es transportado a las callecitas soleadas de Ischia, con el viento que huele a sal y libertad, el sonido de las olas rompiendo suavemente contra las rocas, los cítricos maduros que brillan entre las hojas, las hierbas aromáticas que evocan la majestuosidad y la belleza de sus montañas.
Y luego, al atardecer, el perfume de las flores se funde con el aire tibio, como un abrazo impregnado de nostalgia.

Pero Green Island es, sobre todo, un perfume que no se limita a ser llevado. Se vive.
Es para quien ha amado, para quien ama, para quien guarda un recuerdo como un tesoro secreto.
Para quien cree que el amor verdadero no desaparece, sino que permanece suspendido en el aire, como una promesa susurrada por el viento.

Notas de salida:
Mandarina, yuzu, toronja rosada, bergamota, cáscaras de cidra, jengibre, enebro, canela, cardamomo, ajenjo, pimienta rosa.

Notas de corazón:
Higo chumbo, flor de loto, rosa, pittosporo, flor de alcaparra, té rojo, ginebra, acorde acuático, mirto, menta piperita, flores blancas.

Notas de fondo:
Pino marítimo, pachulí, vetiver, madera de cedro, musgo de roble, haba tonka, ámbar gris.

Perfumista: Lorenzo Pazzaglia.