Descripción
Cuando era pequeña, a veces había momentos en los que quería escapar del mundo entero. Entonces me imaginaba que era Alicia y me metía en la madriguera del conejo. Y aunque normalmente era mi propia habitación, de repente todo era posible en ella. Animales que hablaban. Pasteles que me hacían encoger hasta el tamaño de Pulgarcita. Mixturas que me convertían en una giganta (quién sabe, tal vez en la raíz de mi pasión por mezclar aromas esté el sueño de que algún día seré capaz de inventar alguna poción mágica…).
Por supuesto, Aga-Alicia tenía que asistir a las meriendas del Sombrerero Loco. Sentaba a las muñecas en sillas y las obsequiaba con té imaginario (vasos con cestas de metal, los únicos disponibles en la tosca Polonia comunista, que simulaban ser de exquisita porcelana) y dulces. Me metía tanto en el personaje que podía saborear y oler las galletas de mantequilla mojadas en la infusión de té.
En este fragancia he encapsulado precisamente ese recuerdo. Una máquina del tiempo que te transportará al País de las Maravillas de tu infancia.
Notas: Toffee, leche, mantequilla, whisky, té negro, cassis, cacao, manteca de iris.
Perfumista: Jimmy Bodin